La Importancia de la Actitud en Momentos Difíciles
Esa chispa interna que define cómo enfrentamos lo que nos pasa.
ENTRE LO QUE VIVO Y LO QUE APRENDO
10/24/20252 min leer
¿Qué es la actitud y por qué es fundamental?
La actitud es esa capacidad que tenemos para enfrentar y asumir cualquier situación que se nos presente. Es impresionante cómo la actitud que tomamos ante las circunstancias define cómo va a ser nuestro día, nuestro mes, y hasta nuestro año. No todos los días estamos igual de positivos o motivados, y eso es completamente normal. Personalmente, como mamá, estudiante y trabajadora, me doy cuenta de que hay días en los que simplemente no tengo la energía o el deseo de seguir adelante.
Momentos bajos y la lucha interna
Por ejemplo, hay ocasiones, como ahora, en las que me encuentro en un bajón emocional y últimamente he aprendido a guardar silencio hacia afuera y a escucharme por dentro. Siento que estoy viviendo una especie de metamorfosis. En el pasado, solía quedarme atrapada en esas rachas bajas durante dias. ¿Te suena familiar? Pensamientos como "me siento mal", "no hago lo suficiente" o incluso "no me gusta lo que hago" solían invadir mi mente. Soy consciente de que estas ideas son intrusivas, pero a veces parecen tener una vida propia. Cuando llega la regla, es aún más complicado: las emociones se maximizan y la frustración se multiplica. Es aquí donde la actitud juega un papel crucial.
La actitud no es estar bien todo el tiempo.
Lo que he aprendido es que no podemos evitar que estos días de bajón lleguen, es permitirte caer, reconocerlo, respirar… y volver a empezar.
Podemos cambiar cómo los enfrentamos. En lugar de dejarnos arrastrar por esos pensamientos negativos, podemos decidir ver las situaciones desde una nueva perspectiva. Por ejemplo, en lugar de pensar "no soy suficiente", podemos recordarnos a nosotras mismas que todos tenemos días difíciles, y eso no nos define. También es útil rodearse de personas que puedan levantar nuestro ánimo y recordarnos nuestras fortalezas.
Prácticas para mejorar tu actitud
A veces, el primer paso no es hacer más, sino volver a tu centro, dormir mejor. Hablarte bonito. Volver a creer en ti.
Hay algunas prácticas que he incorporado en mi rutina para mejorar mi actitud en momentos difíciles. Una es la meditación breve; solo unos minutos al día pueden hacer maravillas. La escritura, como esta que estoy haciendo, también me ayuda a desahogar mis pensamientos y ver las cosas de manera más clara. Además, hacer ejercicio, aunque sea un paseo corto, puede cambiar radicalmente nuestro estado de ánimo. Recuerda, tu actitud es tu superpoder para enfrentar cada día, y siempre puedes trabajar en ella.
Somos humanos. Y en este camino de construir algo —por más pequeño o sencillo que parezca— también se vale parar, sentir, respirar… y volver a empezar.
Así que la próxima vez que te encuentres en un bajón y sientas que todo se vuelve cuesta arriba, recuerda que tienes en tus manos la capacidad de cambiar tu actitud. A veces, solo se requiere un pequeño ajuste en nuestra mentalidad para volver a encaminar nuestro día. ¡Ánimo, que todo es parte del viaje!
