Redescubriendo mi Creatividad: Una Mamá en la Búsqueda de Nuevas Ideas

La rutina y el efecto en nuestra creatividad

La rutina diaria puede convertirse en un ciclo incesante que nos consume gradualmente. Los compromisos de ser mamá, trabajar y cumplir con las responsabilidades del hogar pueden apagar nuestra chispa creativa. Durante años, viví en modo automático: colegio, trabajo, estudios, hogar, problemas, facturas. El día terminaba y sentía que no había vivido, solo sobrevivido. El cansancio se volvió mi uniforme, y sin darme cuenta, fui enterrando mis sueños en lo más profundo de mi conciencia.

Recordando la niña creativa que llevamos dentro

De vez en cuando, un flashback aparecía para recordarme la verdad: esa niña creativa, llena de ideas, seguía viva en algún rincón. A medida que crecemos y asumimos responsabilidades, a menudo dejamos de lado esos momentos de exploración e innovación. Pero con cada recuerdo que emergía, llegaba también la culpa. “¿En qué momento me volví tan conformista?” Esa pregunta resuena en muchas de nosotras, madrecitas que nos esforzamos por encontrar tiempo para nuestras aspiraciones mientras llevamos con firmeza el peso de nuestras obligaciones.

Rompiendo la trampa de la seguridad

Es fácil caer en la trampa de la “seguridad”. Pensamos que ser prácticos y seguir la misma rutina es lo más sensato, pero esto puede llevarnos a una vida sin color y sin la chispa creativa que una vez tuvimos. Para redescubrir nuestra creatividad, es vital hacer pequeñas modificaciones en nuestra rutina. Necesitamos permitirnos momentos de exploración, ya sea a través de un nuevo hobby, la escritura, la pintura o cualquier otra forma de expresión artística que haya estado adormecida.

Rescatar nuestro tiempo personal y nuestras pasiones es un paso crucial. Así, poco a poco, podemos encender nuevamente esa llama creativa que se había apagado. No solo se trata de crear por crear, sino de llevar una vida significativa y plena que alimente nuestra esencia. Cuando sacamos tiempo para nosotros, también lo hacemos para nutrir el vínculo con nuestros hijos, quienes aprenderán a valorar la creatividad y la autoexpresión, y crearán su propio espacio para ser quienes realmente son.

Recuerden que redescubrir nuestra creatividad no es un evento único, sino un viaje continuo que requiere esfuerzo y compromiso. Con cada pequeño paso, la mamá creativa dentro de nosotras tendrá la oportunidad de florecer nuevamente.